José Barta; 8 de agosto 2023
El 14 de julio, Joachim Nagel, Presidente del Deutsche Bundesbank, en un artículo publicado en Frankfurter Allgemeine Zeitung, afirmaba: “Un entorno favorable a la inversión incluye precios estables. El BCE-El Consejo está decidido a superar la alta inflación. Desde la perspectiva actual, las tasas de interés tendrán que aumentar aún más para que la tasa de inflación vuelva a bajar al 2 por ciento.”
Cualquiera que conozca la economía europea sabe del peso que, en la misma, tiene la alemana, con su consiguiente repercusión en la política financiera del BCE. Desconocer lo que se cuece en el Deutsche Bundesbank es desconocer el futuro de la política del BCE. Y con ello desconocer lo que nos espera al resto de países integrantes de la zona euro.
El pasado 10 de agosto de 2022, publicaba un artículo en este blog titulado “El BCE seguirá subiendo los tipos de interés”, en el que, tras hacer una llamada a ser realistas en el análisis de la situación económica financiera de ese momento, anticipaba la subida de los tipos de interés: “¿Llegaremos, incluso superaremos el 4%, como sucedió en la primera década del 2000? ¿Aun cuando las actuales razones de la inflación pudieran ser debidas a desabastecimiento y crisis energética? Pues no lo descarto,…”
En mi ámbito profesional me debo a mis clientes, que para eso me pagan; pero es condición humana el transmitir aquello que considera conveniente, o necesario, a su entorno de confianza, incluso habitual, animando o alertando sobre oportunidades y riesgos.
Hace ya tiempo que no escribo para todos los posibles afectados, me conformo con ser útil a aquellos que son capaces de estudiar los datos que aporto, ponderar mis valoraciones y aplicar el sentido común, abstrayéndose de la corriente mayoritaria, habitualmente contraria a mis conclusiones, alimentada por los “expertos pronósticos” de “tertulianos”, así como por los “interesados pronósticos” de “departamentos de estudios de corporaciones bancarias, multinacionales oligopolistas y Consultoras internacionales”.
Esta actitud es un antídoto frente al desánimo, dado que el que poco espera mucho agradece, y por ello me ha bastado, en este asunto concreto del anuncio de subida de tipos de interés, la reacción de mis hijos, y algunos de sus amigos, así como algún otro matrimonio joven, que fiados en mis conclusiones terminaron el pasado año habiendo convertido sus hipotecas de tipo variable en tipo fijo.
Me alegra haber sido útil.
¿A que viene este comentario? ¿Busco un dudoso reconocimiento por parte de aquellos que me ignoraron?; lo más probable es que sigan haciéndolo, por lo que no les dedico un segundo. El comentario es una reacción acorde con la castiza expresión ¡abuenas horas mangas verdes!, que es lo primero que se me vino a la mente al ver el día de ayer, 7 de agosto, una entrevista en Idealista con Juan Villén, director general de idealista/hipotecas. El título no tenía precio: “Si puedes cambiar ahora a una hipoteca fija o mixta al 3%, hazlo”. Tan solo llega con un año de retraso.
Para terminar, los altos tipos de interés no finalizarán en el 2024, alcanzarán al 2025, dependiendo de la estabilidad de precios en Alemania el mes en que se inicie su descenso hasta el 1,5% o el 2%.